Tiene 25 años y una enorme voluntad para superar obstáculos.
Kanya Sesser tiene 25 años y una fuerza para superar obstáculos admirable. Nació sin piernas y, pocos días más tarde, sus padres la abandonaron en Pak Chong, al noreste de Tailandia. Parecía condenada a una vida de mucho sufrimiento pero no permitió que ese fuera su destino y hoy se destaca como modelo y deportista.
Su familia la dejó en la entrada de un templo budista, donde la cuidaron por dos años. Luego estuvo en un orfanato, pasó de un hogar al otro sin tener una familia real hasta que al cumplir seis años fue adoptada por Jane y David Sesser, una pareja de Tualatin (Oregon, Estados Unidos). «Eso definitivamente cambió mi vida y mi visión de la vida. Tuve muchas más oportunidades», contó Kanya en un breve documental de su vida en YouTube.
Además del deporte, tiene una exitosa carrera como modelo, donde trabaja desde los 15 años.
Kanya desarrolló su pasión por los deportes extremos y el surf. (Foto: Instagram).
Para ella buscar un vaso de agua en medio de la noche es una tarea que puede resultar agotadora, sin embargo no se dejó caer. En su nueva vida en Estados Unidos creció y desarrolló su pasión por los deportes extremos y el surf. «Pude tener una vida normal, incluso tuve citas con chicos y fui popular en la escuela», agregó la joven con orgullo.
Tenía talento y, convencida de sus posibilidades, logró dejar su huella como deportista paralímpica. En su silla de ruedas participó en campeonatos nacionales y consiguió medallas en las pruebas de velocidad de 100, 200, 400, 800 y 1.500 metros.
Además del deporte, Kanya tiene una exitosa carrera como modelo, algo de lo que trabaja desde que tiene 15 años. “Me encanta hacerlo porque quiero cambiar los estándares de belleza”, dice. Si bien al principio posó con ropa deportiva de distintas marcas, en los últimos años se ha especializado en lencería y rompe todos los estereotipos. «Yo soy diferente y es sexy. No necesito piernas para sentirme sexy», sostiene.